EL FUEGO DEL DRAGON

BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA

Nº 127 – Marzo de 2009

 

Editado por Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

dragoninvisible@gmail.com

"El Dragón Invisible"

http://dragoninvisible.com.ar


Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y al editor del boletín.


Cigarro volador sobre una base militar

 

Marcelo Cristian Calvo

Guaymallen – Argentina

marcelocristian1@yahoo.com.ar

 

Este testimonio me fue relatado por un Sub-oficial retirado de la Fuerza Aérea Argentina, J. A. (el nombre no se da conocer por pedido del testigo) y que prestó servicio allá por el año 1960 revistando en la entonces Base Aérea Militar "El Plumerillo", y que se ubicaba en el departamento de Las Heras, Mendoza, donde actualmente ocupa su asiento la IV Brigada Aérea.

Este Sub-oficial vivió una experiencia bastante impactante. La fecha de este hecho no la recuerda con exactitud (debido a los años que han pasado) pero cree que fue en el año 1963, mes de febrero o marzo.

 

El relato

 

"Esa noche estaba de guardia en el puesto que esta frente a los polvorines" (este puesto se encuentra hacia el Norte de la base, a 1 kilómetro de la pista, es el puesto más alejado de la unidad el cual vigila los polvorines). "En ese tiempo era yo sargento y en ese puesto estábamos tres sub-oficiales. Recuerdo que hacia calor por eso estábamos todos afuera, era una noche estrellada y tranquila, la noche transcurría entre charlas y mate. A eso de las 03:30 de la madrugada vimos una luz que venía desde el norte, su color era como la luz de un farol de mercurio. Los tres nos miramos y comentamos "un avión no puede ser". Eran las 3 y pico de la madrugada, no le dimos demasiada importancia ya que podía ser un avión que fuera para el lado de Chile, aparte tampoco estaban prendidas las luces de la pista que generalmente se encienden cuando un avión está en "zona" o próximo a aterrizar, la pista estaba en completa oscuridad".

"Seguimos conversando y escuchando una vieja radio que nos servía de compañía, pero la luz se hacia cada vez más grande y los tres comenzamos a advertir como esa masa de luz tomaba una forma como "de cigarro", era alargado y muy luminoso".

"Sin embargo lo mejor aún no había ocurrido, este "cigarro" como lo bautizamos se desplazó hasta quedar suspendido sobre la plataforma de aviones. El espectáculo que ocurrió a continuación nunca lo voy a olvidar con los años que tengo (en la actualidad este señor tiene 77 años) pibe... nunca había visto nada igual. Este aparato al estar cerca de donde nos encontrábamos pudimos apreciar con más detalles que tenia ventanillas a todo lo largo del fuselaje. Toda la base quedó iluminada. De repente del cigarro salieron seis objetos más pequeños todos muy luminosos, los cuales colocaron tres a cada lado del cigarro. No podíamos creer lo que estábamos viendo, el resplandor que emanaba este cigarro volador era tal que podíamos ver casi todos los edificios de la base".

"El episodio duró unos 20 ó 30 segundos luego los objetos que habían salido de esa nave se volvieron a "meter" dentro del cigarro y éste desapareció a gran velocidad sin emitir ningún ruido. La ausencia de ruido de turbinas o motores era total, el silencio era sepulcral, tampoco había olor al clásico combustible de aviones. Luego todo volvió a la normalidad, apenas pudimos recobrarnos del shock que habíamos vivido, nos comunicamos con otro puesto de guardia para consultar si habían visto lo mismo que nosotros y la respuesta fue afirmativa, también en otros puestos habían viso esta "nave madre" como después pasamos a llamarla".

"A los 10 minutos de que todo había pasado, escuchamos por la radio que un objeto similar había sido visto en Canadá con las mismas características de lo que acabábamos de ver. Este incidente fue asentado en el cuaderno de novedades del puesto bajo el titulo de "aparición de objeto luminoso desconocido sobre plataforma". También después nos enteramos de que el oficial de servicio que estaba haciendo un patrullaje también lo había visto".

De los tres Sub-oficiales que protagonizaron este avistamiento sólo quedan vivos dos, uno es el que me contó esta historia, el otro no lo he podido localizar debido a sus actividades particulares que tiene y el tercero falleció hace algunos años.

Puedo decir que en cuanto a la reputación del testigo no hay lugar a ningún tipo de objeción, un hombre sencillo y sincero, de buena familia, casado con dos hijos, uno de los cuales también es personal militar de la Aeronáutica y el cual me contó esta experiencia y me puso en contacto con su padre. Terminó su carrera en la Fuerza, con el grado máximo de Sub-oficial Mayor.

Este caso se podría comparar con el caso de Félix Carrizo, observado en 1963 en Alberti, Buenos Aires. Las similitudes son bastante notorias. Personalmente creo que se trató del mismo objeto, su forma luminosidad y sobre todo "la fecha", a excepción de los objetos más pequeños.

¿Por qué deciden visitar una base militar?, ¿acaso estarían investigando algo o cuál era su interés?


Punta Arenas – Chile

Junio de 1968

 

Diario "La Razón"

Buenos Aires – Argentina

 

Junio de 1968

Publicado nuevamente en el boletín RAO Nº 31 (2º trimestre de 1999)

 

Dos avezados pilotos de Aerolíneas Argentina observaron un OVNI en Punta Arenas, al lado del estrecho de Magallanes. Los veteranos del aire, que volaban con la máquina a 900 metros de altura, vieron un cilindro rojizo y brillante. No tienen dudas de que se trataba de un plato volador, y algunos de los 18 pasajeros que viajaban también corroboraron la experiencia.

 

Los comandantes Raúl Guardabassi (40 años, soltero, cordobés, 13 años en la empresa) y Ulises Tiviroli (54 años, casado, una hija, mendocino, 22 años en Aerolíneas) de Aerolíneas Argentina se acercaron a conversar con "La Razón". El diálogo se desarrolló de la siguiente forma:

 

¿Qué observaron en el cielo?

Tiviroli: Yo, por ser copiloto, fui en realidad el que prestó más atención a lo que ocurría. Eran las 21:17 del último martes cuando estábamos sobre la enorme pista de Punta Arenas, prácticamente sobrevolando el Estrecho de Magallanes, cuando advertí un objeto luminoso, de forma redonda y alargada, que realizaba movimientos por encima del horizonte. En ese momento se lo dije a Guardabassi y a Bartou, el despachante de la empresa en Río Gallegos que viajaba en la cabina con nosotros.

¿Era una noche con visibilidad normal?

Guardabassi: La visibilidad era de unos 200 kilómetros, con lo cual le estoy diciendo del buen tiempo reinante. Yo venía al comando del Avro 748 que habitualmente utilizamos, y estaba en comunicación con el aeropuerto para comenzar la tarea de descenso. Cuando Tiviroli dijo que había un objeto, le respondí con algo de ironía: "Debe ser un plato volador". Y no me equivoqué; porque eso que teníamos adelante era un objeto que poseía una conducción inteligente. Primero se movió de Sur a Oeste, después viró en 90º, más tarde volvió a doblar otros 90º y quedó en dirección inversa a la que venía al comienzo. Tantas maniobras, posiblemente en antecedentes de nuestra presencia, no se pueden efectuar sin comandos correctos. Ahora que no vengan con la historia de algún globo sonda porque el viento no puede cambiar de dirección en tantas oportunidades durante cinco minutos.

¿Pudieron establecer a la distancia que se hallaba y a que altura se movía?

Tiviroli: Mire, la distancia fue imposible de establecer, porque no había puntos de referencia. A esa hora la Cordillera de los Andes no se apreciaba, porque de lo contrario hubiésemos tenido algún punto de referencia. Pueden ser 2 ó 100 kilómetros los que nos separaban. La altura de vuelo era de 1.800 a 2.000 metros, ya que estaban algo encima a nuestra máquina y en ese instante volábamos a 900 metros. Lo que más me llamó la atención fue la poderosa luminosidad del OVNI, pero no pude divisar otros detalles, por la oscuridad.

¿Ustedes lo perdieron de vista, con tantos movimientos?

Tiviroli: No, lo que pasó es que debí dejar de mirar cuando mi intervención en el aterrizaje se hacía imprescindible. Teníamos 18 pasajeros en la nave y algunos de ellos alcanzaron a divisarlo algunos segundos. Hay que ver que la cabina era el sitio ideal para seguirlo con la mirada. Cuando carreteamos y dimos vuelta para acercarnos a la base, ya no tuvimos más contactos. Al bajar fue imposible insistir en las observaciones porque hacía mucho frío, y ahí escuché que la esposa de uno de los cónsules chilenos en el sur argentino le decía a su marido que había visto un plato volador.

¿No se pudieron confundir con algún fenómeno celeste?

Guardabassi: De ninguna forma. El OVNI estaba en la zona baja, donde no hay estrellas, cometas o cualquiera de los fenómenos corrientes. Además en materia de observar el cielo pocos nos pueden enseñar, porque llevamos años volando. Lo del martes fue una cosa excepcional y habrá que deponer algunos prejuicios para comprender que los OVNIs son una realidad.

¿Usted cree en la existencia de los platos voladores?

Guardabassi: Claro que sí. Los terráqueos debemos ir comprendiendo que nos visitarán seres de otro mundo, y toda esa imagen de invasores tras lo que se los disfraza es fruto de una mentalidad de prejuicio. Sería muy interesante un acercamiento.

¿Ustedes estaban bien descansados?

Tiviroli: Al tomar la máquina en Río Gallegos, en las clásicas postas que realizamos en la empresa, habíamos dormido muchas horas, almorzamos lo de siempre y no bebimos. Esa nave de color rojizo luminoso no es fruto de la imaginación, sino una realidad con la que chocamos. Inclusive creo que los observadores de Puerto Natales deben haber registrado su paso, es imposible que haya pasado inadvertida para ellos.

¿Realizarán un informe sobre el fenómeno?

Guardabassi: Tenemos en el avión las planillas que entrega una entidad estadounidense para registrar todos los fenómenos relacionados con los OVNIs. Aportaremos los detalles de esta experiencia para ver si pueden ayudar en algo. Creo que hay que desentrañar ese mundo, y nada mejor que colaboremos. Soy un enamorado de estas cosas, inclusive leo literatura al respecto, y al bajar del avión tuve la sensación de que nos había llegado la hora de confirmar tantos interrogantes. Esto era un OVNI, y que ahora no vengan con otras cosas. Al igual que el caso de esa pareja que fue llevada con su auto a México. No me cabe dudas de que eso puede ser cierto, e inclusive que se hayan registrado fenómenos similares. Pero hay muchos intereses que se oponen a la divulgación de estos casos.


El fenómeno OVNI en Costa Rica

 

Oscar Sierra Quintero

San José – Costa Rica

okicartoon@yahoo.com

 

La oleada de los 80

 

Una de las características inherentes al fenómeno Ovni, es que éste eventualmente se presenta por medio de oleadas que literalmente "barren", en forma sistemática y ordenada, determinadas zonas del planeta, tal y como lo demostró el desaparecido investigador francés Aimé Michel a mediados de la década de los años 50, lo que lo llevó al descubrimiento de las llamadas "Ortotenias"; hallazgo que lo convertiría en uno de los investigadores UFO más connotados a nivel mundial.

En este contexto son famosas las oleadas ocurridas en Europa, el Norte de Africa y los EE.UU. entre los años 1954 y 1955, entre muchas otras más.

A inicios de la década de los años 80 comenzaron a darse en Costa Rica una serie de "oleadas" ovni en una magnitud tal, que llegaron a marcar un hito en la ocurrencia de este fenómeno en esta pequeña nación centroamericana, en cuyo territorio precisamente se registró, en el año de 1971, uno de los mejores documentos con que cuenta la ufología mundial en la corroboración de la realidad científica de este fenómeno.

De los testigos más recurrentes en los avistamientos ocurridos durante estas oleadas destacan (por razones de su trabajo) los policías patrulleros y los aviadores, especialmente los que realizan vuelos nocturnos. A continuación ofrecemos algunos de los testimonios recogidos de boca de los algunos de estos testigos, mucho de ellos de "excepción".

 

Ovnis sobre Desamparados

 

A la 1:35 de la madrugada del jueves 17 de enero de 1980, dos sargentos de la Unidad Centralizada de Radiopatrullas informan al coronel Marino Doviato M. sobre el avistamiento de dos extraños objetos desplazándose por el cielo.

A la 1:35 a.m. del mismo día, en la localidad de Desamparados, Elías Sibaja, Subjefe de la Zona 3 (del pelotón no. 2) observa al mismo objeto mientras se desplazaba a bordo de su radiopatrulla, llegándolo a describir como "un sin fin de luces multicolores". En el momento del avistamiento, inexplicablemente se apagan las luces del vehículo al mismo momento en que el motor dejaba de funcionar.

Dos días después, el sábado 19 de enero, el capitán de radiopatrullas Daniel Arias Góngora observa un objeto de aproximadamente 8 metros de diámetro cerniéndose a una altura de 300 metros y lanzando luces intermitentes de color verde, amarillo y azul.

El lunes 21 del mismo mes y año, a las 12:27 de la medianoche, el oficial Cecilio Sibaja reportó a sus superiores el avistamiento de un extraño objeto volador que lanzaba un potente haz de luz hacia el suelo. Esa noche se produjo un apagón en todo el país.

 

La oleada de 1992

 

A las 12:05 de la medianoche del jueves 2 de abril de 1992 se dio el avistamiento de varios Ovnis en el Valle Central y varios puntos del país, los cuales fueron reportados por numerosos ciudadanos a los medios de comunicación y a las mismas autoridades. La aparición de estos misteriosos objetos voladores coincidió con varios apagones, el primero de los cuales duró cerca de 50 minutos.

Más o menos por la misma hora, los patrulleros Juan Ramírez y Rodrigo Valerín recorrían las vías de circunvalación del Parque de la Paz cuando, de repente, divisaron en el aire un extraño aparato que lanzaba luces intermitentes mientras emitía un ruido apagado, semejante a una especie de "seseo".

Desde otra radiopatrulla, el mayor Roberto Guevara, Comandante de la Policía Metropolitana reportó que a las 12:05 a.m. se dirigía al aeropuerto Tobías Bolaños cuando de repente vio en el aire una luz intensa, a la que comparó como "la de un gran reflector" la cual volaba a varios metros de altura, en dirección a Pavas.

Cuando la misteriosa luz pasó cerca de la radiopatrulla, tanto el motor como las luces y el aparato de radio comunicación dejaron de funcionar. Según el detallado informe que brindó el patrullero a los medios de comunicación, conforme el Ovni iba avanzando, se iban produciendo apagones en los sectores ubicados en su ruta.

Al quedar inexplicablemente inutilizado su equipo de radio, el mayor Guevara tuvo que trasladarse a otro lugar para telefonear a la base. Al hacerlo, sus superiores le informaron que se estaban recibiendo, por parte de los ciudadanos, una gran cantidad de informes similares.

Cerca del aeropuerto internacional Juan Santamaría el capitán Oscar Meoño, Supervisor de Radiopatrullas, reportó haber visto, como a unos 75 metros de distancia de su unidad, un extraño objeto que volaba en línea recta, emitiendo fuertes luces y rotando sobre sí mismo. Al igual que en los casos anteriores, su radiopatrulla quedó momentáneamente paralizada al momento de encontrarse muy cerca del objeto.

Con respecto a los apagones sumados a los avistamientos Ovni que sucedieron esa noche, don Francisco Montes de Oca, Jefe de Reportes y vocero único de la Sección de Averías de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, informó que el teléfono de su casa no dejó de sonar esa noche por las llamadas hechas de parte de particulares, de la Comisión Nacional de Emergencias, e incluso de altos funcionarios de la Casa Presidencial.

 

Aviadores reportan haber visto Ovnis

 

Avistamiento Ovni registrado en la bitácora de un aeropuerto.

El miércoles 3 de agosto de 1995 los funcionarios de Aviación Civil, Gerardo Jiménez y Javier Mayorga, reportaron el avistamiento de un enorme objeto volador, de color dorado y forma ovoide, hacia el sector este de San José.

Los funcionarios informaron que una vez que divisaron el Ovni, los equipos de aeronavegación de la Torre de Control del aeropuerto Tobías Bolaños (lugar de labores de los citados funcionarios) sufrieron efectos electromagnéticos durante 2 segundos, al punto en que los instrumentos quedaron oscilantes mientras el canal de comunicación quedaba abierto.

Los señores Jiménez y Mayorga decidieron comunicarse con el piloto Everardo Carmona, instructor de la empresa ECSA, quien en esos momentos volaba (al mando de la avioneta Alfa-Lima-Lulu) por el sector en donde se encontraba el extraño artefacto. Esto con el fin de que tratara de observar el objeto (más cerca que ellos lo estaban haciendo través de binóculos) para obtener una descripción más detallada del mismo.

- ¡Torre..torre…lo tengo debajo de mí… Es enorme, tiene forma de huevo y es dorado! – fueron las exaltadas palabras del piloto a través del radio comunicador. Después el piloto agregaría el que enorme objeto tenía el tamaño "de un estadio de fútbol".

Fue tan contundente este singular avistamiento, corroborado tanto por un piloto en pleno vuelo como por los técnicos funcionarios de Aviación Civil y los mismos instrumentos de la Torre de Control, que el suceso fue registrado en la bitácora del aeropuerto Tobías Bolaños; un caso como pocas veces se ha visto en la historia de la aviación costarricense y quizás aún mundial.

 

Los avistamientos del 22 de diciembre de 1996

 

El domingo 22 de diciembre de 1996 en la madrugada, el capitán Jorge Arturo Meléndez realizaba un vuelo de ambulancia entre Coto 47 y San José a bordo de una avioneta bimotor Piper Azteca, propiedad de la compañía Alfa Romero.

A las 3:15 de la madrugada y mientras seguía línea de la Costa de San Isidro del General, vio tres extraños objetos que, según sus palabras, "tenían la forma de un plato vuelto al revés y brillaban fuertemente con la luz de la luna (*) (...) Cada uno tenía el tamaño de un Boeing y hacían maniobras imposibles de realizar por el piloto más experimentado".

El veterano piloto informó que el avistamiento se prolongó por más de 40 minutos y se realizó sobre el Paso Parrita (entre Ciudad Colón y Puriscal).

Por las mismas fechas y por lo menos en 10 ocasiones, los radares del aeropuerto Juan Santamaría captaron en sus pantallas el vuelo de los extraños objetos.

Los controladores los denominaron "ecos no identificables" o "trazos", sin explicar satisfactoriamente el origen de la gran velocidad a la que desplazaban sobre Ciudad Colón, Santiago de Puriscal, Quepos, Esterillos y el volcán Poás.

Estos técnicos explicaron a la prensa que unas veces se mueven a velocidades imposibles de alcanzar por ningún avión, mientras que en otras ocasiones lo hacen muy lentamente, llegando incluso a detenerse en el aire. Según sus informes, en las pantallas del radar se han llegado a ver desde 5 hasta 14 puntos extraños.

En la tarde del domingo 6 de enero de 1997 se detectó la masiva presencia de un total de 10 de estos objetos, principalmente sobre Ciudad Colón.

 

(*) Luna en fase creciente, casi llena. Esa noche la Luna "eclipsó" a la estrella Aldebarán, de Tauro.


OVNIS en la zona centro de Veracruz

 

Modesto Ortiz Flores

Orizaba – México

modesto_ortizflores@yahoo.com.mx

 

El 8 de julio de 1992, un hecho sin precedentes cambió la historia de la zona centro del Estado de Veracruz: Un Objeto Volador No Identificado aterrizó en unos cañaverales dejando evidencias físicas de su presencia. En su momento este suceso causó gran interés despertando todo tipo de comentarios. Algunas personas afirmaban que un extraño artefacto había aterrizado en unos campos; otros sustentaban que el hecho era producto de fenómenos naturales y unos más aseveraban que sólo era broma de un grupo de jóvenes que con un sofisticado equipo de efectos especiales, habían logrado engañar a miles de personas.

Este suceso traspasó los límites del estado y personas de diversas partes de la república se desplazó a este lugar para corroborar dicha información. La expectación se acrecentaba hasta el grado de que autoridades policiales se vieron involucradas en este suceso. De manera inesperada y sorprendente, la policía concluyó el caso en poco tiempo.

A casi trece años de este suceso [Nota de Carlos Iurchuk: Artículo escrito en el 2005], aún existen grandes dudas respecto a las conclusiones del caso según la policía. Hoy, muy pocos recuerdan este caso, lo que se resiste a desaparecer es el profundo interés de los habitantes de esta región respecto a este tema, así como la presencia de misteriosos objetos voladores en la región.

 

Un OVNI se posa sobre un cañaveral

 

El jueves 9 de julio de 1992, aparecía una nota en los diarios de la región en donde se informaba que habitantes de la Colonia del SOAICC del municipio de Río Blanco, aseguraban que en la noche del 8 de julio un Objeto Volador No Identificado, aterrizó en los campos de dicha unidad en donde estaba sembrada caña. Por diversos medios se comenzaba a difundir esta noticia y muchos curiosos acudían al lugar de los hechos para comprobar por ellos mismos este extraño suceso.

El año de 1992 era un año especial, por aquellos tiempos se presentaban con mayor frecuencia las oleadas de estos objetos y este suceso acrecentaba más el interés de los habitantes de la región respecto a este fenómeno.

Pero el interés no sólo se despertó entre los veracruzanos, sino también en personas de otras entidades, provocando que a diario, gran número de personas arribara al lugar de los hechos.

Los habitantes del lugar afirmaban que investigadores de otros lugares llegaban con aparatos de medición de radioactividad, a fin de detectarla si es que existía, en el lugar donde al parecer el objeto volador se detuvo.

Así también, los habitantes de este lugar manifestaban por aquellos días, que las luces en el cielo continuaban registrando siempre con dirección al lugar llamado "El Sótano", mismo que se encuentra a un costado del Cerro del Borrego, y donde se dice se guarecían los extraños objetos.

Al paso de los días, los rioblanqueses y orizabeños habían convertido la aparición de este OVNI en toda una celebración y desde tempranas horas decenas de personas se trasladaban a los cañaverales que se ubican a las faldas del Cerro del Borrego con el objetivo de apreciar las luces que se manifestaban en los cielos, permaneciendo ahí, hasta altas horas de la madrugada.

Sin importarles las intensas lluvias que azotaban en aquel tiempo a la región, la gente permanecía a la expectativa en el lugar, provocando que para encontrar estacionamiento en el lugar se tenía que recorrer más de un kilómetro.

Mientras más se difundía esta noticia, testimonios diversos comenzaban a presentarse. Algunos afirmaban que misteriosos objetos se presentaban cerca de sus casas; algunos más, aseveraban que extraños seres se dejaban ver entre los cañaverales. Según las descripciones eran "seres" altos, delgados y difícilmente se dejaban ver por los habitantes del lugar, mucho menos hablar con ellos.

En el lugar donde había aterrizado el OVNI, diversas personas recolectaron extrañas "bolas" formadas por diversos insectos y hierbas de tamaño considerable.

Quienes recolectaron estas misteriosas "bolas", aseguraban que éstas se desintegraban poco a poco hasta desaparecer. Este hecho provocó que surgieran dudas por algunos grupos sociales.

El interés por el suceso se acrecentó de tal manera, que algunos vecinos de las calles por donde se llega a los cañaverales donde existían las marcas del aterrizaje del OVNI, habían instalado ya en la calle una gran variedad de negocios dedicados a la venta de comida para todas aquellas personas que visitaban este lugar.

 

Extraños acontecimientos acompañan este aterrizaje

 

Paralelamente a este suceso, decenas de llamadas llegaban a las radiodifusoras locales, en donde diversas personas afirman y mostraban su inquietud, pues extrañas luces surcaban el cielo, y en algunos casos, estos testigos aseguraban que objetos metálicos cruzaban los cerros de la región a plena luz del día.

Entre aquellas llamadas, se logran rescatar hasta nuestros días, llamadas telefónicas realizadas a radiodifusora XETQ, en donde personas de seriedad, afirmaban haber visto en el Cerro de Atzompa grandes luces de diversos colores que atraían la atención de las personas que a esa hora paseaban en la ciudad.

Un testimonio más, es la llamada de la Sra. Rosa Contreras quien afirmaba el 11 de julio de 1992: "Acabo de ver un platillo volador y cambiaba de colores y se movía en una forma rápida y veloz, dejando a su paso destellos de colores".

Otra de las versiones sobre los avistamientos de extrañas luces fue la del Sr. Rogelio Moreno, quien dijo que estaba en la ventana de su domicilio cuando de momento sintió una extraña sensación, como si lo miraran y fue así como levantó su rostro al firmamento y en el mismo lugar del Cerro de Soledad Atzompa pudo ver dos enormes luces con las mismas características que la Sra. Contreras describía en su llamada a la radiodifusora.

Pero cada vez los testimonios se volvían más complejos y difíciles de resolver, un ejemplo de ello es el caso de la familia Hernández, que vive en los límites de Nogales y Mendoza. Esta familia en su llamada telefónica decía que enfrente de la cantina denominada "La Choza", también a eso de las 22:15 horas se encontraban dos automóviles estacionados y de momento ambas unidades encendieron los motores y comenzaron a avanzar, naturalmente no había conductor alguno en el interior de ambos vehículos, originando que uno de ellos se fuese a impactar contra el camellón central de la Avenida Juárez.

Nuevos testimonios salían a la luz al paso de los días y uno de ellos surge el 20 de julio, en donde un grupo de jóvenes encabezados por César Omar, técnico en iluminación de un conocido grupo musical afirmaron, que un OVNI sobrevoló el auditorio municipal de Río Blanco el domingo 19 de julio por la madrugada.

Estos jóvenes reconocían en entrevista para diversos medios de comunicación, que en la disco que realizaron el día sábado por la noche, para terminar por la madrugada del día domingo, en las instalaciones del auditorio municipal, alrededor de las dos de la madrugada del día domingo, todos escucharon en la parte superior un fuerte golpe y al momento una luz intensa, a la vez que se quedaba en completa oscuridad el palacio municipal por lo que muchos de estos salieron inmediatamente del baile y mirando al cielo, veían como un extraño objeto volador se alejaba del lugar.

Asimismo los propietarios del equipo de sonido comentaron que en los precisos momentos de estar desconectando todo el material, se percataron que todas las rejas de refrescos, producto de la venta que estaban realizando se encontraban expandidas por los suelos.

La entrevista de estos jóvenes concluía diciendo que los jóvenes pudieron observar claramente como el objeto volador en forma de una intensa luz se alejaba rápidamente con rumbo al cerro de la Capilla por lo que todas las personas que se encontraban en el evento por temor se retiraron del lugar.

 

Autoridades policías aclaran el fenómeno

 

Similares sucesos se continuaban presentando en la región, hasta que estos hechos llegaron hasta la redacción del polémico programa televisivo de Nino Canún ¿Y Usted que Opina? Así mismo al investigador Jaime Maussán, quien se traslado al lugar de los hechos para realizar una investigación.

Como consecuencia, comenzaron a llegar llamadas telefónicas diversos órganos informativos a nivel nacional a las autoridades municipales para pedir una explicación a estos hechos.

Así un grupo de policías municipales iniciaron una investigación respecto a este suceso y en pocos, muy pocos días la daban por concluida dando a conocer los resultados de la misma.

Las conclusiones que presentaba la policía municipal eran que un grupo de jóvenes con aparatos electrónicos crearon este suceso, es decir con luces de colores, rayos láser y un sinnúmero de efectos especiales, jóvenes lograban engañar a toda la ciudadanía.

Según los resultados arrojados por la policía todo comenzó cuando un grupo de jóvenes que están de vacaciones, organizaron un campamento en el Cerro del Borrego, y llevaron todo tipo de linternas, entre ellos iba un joven que perteneció a una sociedad de socorro y llevó consigo una luz de bengala de las que utilizan los ferrocarrileros, y una vez en la cima de la montaña que encendieron una fogata y las luces de las linternas que llevaron.

A la bajada fueron encontrados por varias personas que se disponían a escalar el cerro, y fue así donde a uno de los jóvenes le surge la idea y entre ellos comienzan al siguiente día; primero se les une un joven que les cuenta que hay huellas de que estuvo un platillo volador y al respecto la policía investiga con los campesinos del lugar que la noche anterior cayó un fuerte chubasco con granizo en forma de circulo, como sucede por el estado de Puebla frecuentemente, pero como por esta región caen poco este tipo de fenómenos pluviales, dieron la apariencia de que en el lugar se había posado un OVNI.

Después otro grupo de jóvenes retoma esta broma, pero en éste ya son más sofisticados y utilizan luces de colores y al parecer hasta un cañón de rayo láser, y en esta forma dan el efecto de la apariencia de un platillo volador, sólo que no faltó alguien en avistarles y dejan de emitir estos efectos.

 

Las contradicciones del caso

 

En el informe presentado por la policía municipal, afirman, que fue un grupo de jóvenes quienes realizaron una broma a la ciudadanía haciéndola creer que OVNIS se presentaban en la región, pero nunca, nunca dieron los nombres de estos jóvenes, mucho menos fueron detenidos.

En este mismo informe se dice que todo empezó por un simple campamento, en donde las luces de la fogata y linternas confundieron a la población. Lo que no explica la policía es como se lograban ver estas luces tan grandes, si el área de campamento se encuentra retirada de los miradores del cerro.

Un punto más en contra del informe es que las autoridades aseveran que este campamento se llevó a cabo gracias al buen clima de aquél tiempo. En realidad por aquellos días fuertes tormentas cayeron en la región.

Otra contradicción es que este informe policial asegura que otros jóvenes continúan esta broma, pero en este caso ocupan un equipo más sofisticado para seguir la broma, de colores y al parecer hasta un cañón de rayo láser para formar al OVNI. Lo que no explica la policía es en que parte del cerro conectaban todo este equipo, mucho menos nos dice como se ocultaban estos jóvenes, ya que si en verdad hubiera sido producto humano, debieron instalarse cerca al mirador del cerro en dirección a la Ciudad de Río Blanco. Esto lo reforzamos, porque este cerro es concurrido a diario por deportistas de la región y por si fuera poco, en aquel tiempo, muchas personas acudían a la cima de éste para apreciar mejor las evidencias en los cañaverales. Entonces… ¿Dónde se ocultaban estos jóvenes?, ¿por qué nunca los detuvieron, ni dieron a conocer los nombres de estos bromistas?

¿O será que las autoridades inventaron todos estos hechos para tranquilizar a la población?

 

Extraños acontecimientos durante la investigación

 

Mientras realizaba esta investigación, acudí al lugar de los hechos, principalmente al Cerro del Borrego, el cual visité en diversas ocasiones para realizar tomas fotográficas para acompañar este texto. De la misma forma, acudí al Archivo Municipal de la Ciudad en donde se conservan los diarios de aquél tiempo en donde se mencionan estos hechos.

La primera ocasión que ascendimos el Cerro del Borrego para esta investigación, llevamos una cámara fotográfica reflex marca Minolta con un lente de 50 mm. Esa mañana realizamos las tomas necesarias y al descender fuimos inmediatamente a revelar el rollo fotográfico.

Cuando las observé, me percaté que la fotografía del área del campamento había salido "barrida", esa fue mi conclusión al momento y decidí volver al cerro para repetir la toma.

Días después volví a ascender el cerro y repetí la serie de tomas fotográficas que anteriormente había realizado. Esta vez me acompañé de una cámara fotográfica digital marca Samsung. Cabe señalar que esta vez realicé más tomas de las necesarias por seguridad.

Al descargar las fotografías a la computadora nuevamente me llevé una sorpresa: La fotografía que había realizado en el área del campamento, nuevamente salía barrida. En esta ocasión comparé las fotos y observé que la toma la realicé en el mismo lugar y casi con el mismo encuadre. El barrido era muy similar.

Por esto llegué a la conclusión que ese extraño barrido no era error mío, ya que la primera fotografía la realicé con una cámara profesional a una velocidad de 1/250 seg. con un diafragma 16, ya que mi ASA era 400 y la luz era intensa y la segunda toma la realicé con una cámara digital y sin usar zoom.

Lo más extraño de esto es que las fotos que mostraban este barrido fueron tomadas en el mismo lugar, por eso comparé las demás tomas del área del campamento realizadas en otros ángulos y estas sí resultaron nítidas y sin barridos.

 

Extraño objeto aparece en la fotografía

 

Pero los sucesos extraños no terminaban con estas fotografías. Al revisar las imágenes en las que se muestran los cañaverales donde hace años descendió un OVNI, un extraño objeto aparecía en la toma. Se trataba de un objeto color negro en los cañaverales.Esta imagen había sido lograda la segunda ocasión que visité el cerro y fue capturada con la cámara digital. Al momento de la toma no se veía nada y en las demás fotografías no aparece, a pesar de que estas tomas fueron realizadas con una diferencia de segundos.

Al observar esta imagen, vino a mi memoria una fotografía del 25 de mayo del presente año [2005], publicada por la investigadora Ana Luisa Cid Fernández, en donde un objeto de color negro aparece en la toma. No afirmamos que se trate del mismo fenómeno, pero sí resultan muy similares.

Sin duda alguna, extraños acontecimientos se presentan en este cerro que es visitado a diario por decenas de deportistas todas las mañanas.

Aunque las autoridades en aquél tiempo trataron de hacer creer que estos hechos eran producto de una broma, aún queda la posibilidad de que este hecho sea cierto y que además no se tratará de las marcas del OVNI, sino de un agrograma, ya que las cañas se mostraban dobladas pero sin quebrarse. Hasta nuestros días el Fenómeno OVNI mantiene una actividad constante en nuestra región, existiendo diversos testigos que afirman que OVNIS cruzan por los cerros de la región y que algunos más se dirigen al volcán Pico de Orizaba.